Año nuevo con la muerte

Amanece y nos retiramos de una fiesta interminable, tenemos que llevar a un amigo hasta el otro extremo de la ciudad, a cada rato pido que paren pues tengo ganas de vomitar, ya fuera del auto no sale nada, falsa alarma, son las 7:30 de la mañana, a la mitad del recorrido sucede lo inevitable, ahora si bajo y sobre las vias del tren vomito sin remedio, hace frio, mucho frio y en eso aparece una mujer delgada sin mas ropa que un pantalón de dormir y una camiseta.
-estas malo mijito?-
-algo señora-
-si quieres te inyecto?-
-no gracias señora, esta viendo como estoy-
-por eso, si quieres te inyecto y se te quita de volada-
-no señora, ya me voy, gracias-
-ay muchachito, ahí tu sabes-
Regreso al carro y me siento en la parte de atrás
-que ondas edgar ya estuvo?- me pregunta checo
-simon, ya estuvo-
-y esa viejita que pedo guey, de donde salio- pregunta mi hermano
-no lo se, por ahí andaba-
-no guey, salio de pronto, se aparecio como si nada- dice el el checo
-si es cierto y sin chamarra, hace un chingo de frio, la pinche vieja ni temblaba, que te dijo- pregunta mi hermano
-que si queria ponerme una inyección para curarme-
-en serio-
-si guey, eso fue lo que dijo-
-no mames guey, que buen pedo, estaba bien flaca y como si nada con el pinche frio que esta haciendo- insiste checo
-era la muerte, estoy seguro que era mi muerte- les digo
-me cae que si pinche edgar-dice mi hermano –me cae que si-

Otro dia le sigo con esto, ahora vamos a escuchar a petición de Bertránd Jáuregui esta linda canción: