jueves, enero 24, 2008

Ni un cinco contra el crimen
El año ha empezado mal en esta ciudad, el número de homicidios a la fecha va en 27, entre ellos 2 policías municipales. Además del atentado contra el coordinador regional de la Agencia Estatal de Investigaciones en Ciudad Juárez, Fernando Lozano Sandoval, estos últimos tres hechos violentos sucedieron en un solo día.
El arresto del ex jefe administrativo de la policiá municipal Saulo Reyes Gamboa en El Paso por los delitos de narcotráfico y soborno, parece ser la causa de estos ataques a las autoridades de Ciudad Juárez.
La población ya está harta, hablan de marchas, protestas, publicar desplegados contra los narcotraficantes, exigirle a la inversión privada más recursos para los policías, y otras ideas igual de ingenuas.
Desde aquí les digo que contra el narco ya nada se puede hacer, no contra sus jefes, no contra las autoridades y funcionarios corruptos, no contra su red de distribución y venta a pequeña y gran escala, esa guerra está perdida y el gobierno lo sabe, toda esta demostración de artillería que sólo expone la vida de los ciudadanos, como lo vimos en Tijuana, y como lo vemos ahora en las calles de nuestra ciudad, es un teatro inútil e inconsecuente.
De nada sirve que que la inversión privada se rasgue las vestiduras e insista en apoyar a las autoridades, como tampoco ayuda que el municipio y el estado exijan la presencia del ejercito para protegernos, no hay salida posible, no si todos somos responsables de la situación, todos de alguna forma estas involucrados con las causas y consecuencias del tráfico de drogas: la mayoría de nosotros conocemos por lo menos a una persona que la consume y sabemos de algún lugar donde la venden. Y la mayoría sabemos que el silencio es nuestra única protección: no ver, no oír, no hablar.
Pero todavía hay esperanza, como no creo en milagros, no espero que esta iniciativa venga de nuestros gobernantes, ni de nuestra voraz clase empresarial, la solución apareció hace mucho tiempo en un libro escrito por el gran yonqui Williams Seward Burroughs: La única forma de tirar la piramide de la droga, de romper el ciclo, su cadena sin fin, es borrar al adicto de la ecuación. Quitando eso, se acaba todo.
Y ahí es donde se debe invertir el dinero, en sacar a los adictos de las calles y en evitar que surjan más de entre nuestros jovenes y niños, ahí es donde debe de estar el gasto, el esfuerzo de las autoridades y de la comunidad entera. Claro que eso es más difícil que salir a tirar bala y comprar vehículos nuevos para el ejército, es más complicado que grabar anuncios sobre nuevos sistemas de justicia, mas agotador que el discurso mañanero dicho con muchos huevos pero rodeado de guaruras.
Rehabilitar a los adictos es caro y difícil, no existe ningún metodo garantizado, como tampoco lo hay para evitar que cada día otros jovenes caigan en las adicciones, pero bien vale pena intentarlo, por un lado estar dispuestos a organizarnos, a cooperar, a llegar a un acuerdo, empezando por nuestros barrios o nuestras colonias, con los vecinos, nuestra propia familia.
La iniciativa privada podría hacer un plan para reducir la jornada laboral en las maquiladoras y así lograr que los padres pasen más tiempo con sus hijos, por lo menos una vez a la semana, tambien pudieran ofrecer descuentos a las familias que acudan a cualquier restaurant, o parque o al cine, los ciudadanos deberíamos estar disponibles para colaborar con los programas que realiza el municipio, el estado y la federación a favor de los que menos tienen, claro que a cambio de un descuento en la tenencia o el predial.
Las mismas empresas de servicios (Gas Natural por ejemplo) deberían ofrecer un descuento a la gente que se involucre directamente con las instituciones públicas que sirven a la comunidad
El dinero que se recaba en los redondeos debería invertirse en los centros comunitarios, en centros de rehabilitación, y en mejoras a parques y espacios públicos, en organizar eventos al que asistan los jovenes, en proporcionarles algo de diversión y esparcimiento.
Debemos organizarnos entre nosotros porque el gobierno seguirá insistiendo en pelear una guerra perdida, en gastar nuestro dinero como si tuvieramos mucho, seguirá declarando que en esta guerra habrá muchas víctimas inocentes, pero que es la única forma de hacerlo.
Si lo que todos queremos es detener esta violencia, debemos primero oponernos a esta guerra y exigirle al gobierno que reconozca sus errores, que ya deje de fingir que va con todo contra el narco, sabe muy bien que nada se puede hacer si el enemigo vive en casa, a fin de cuentas y lo más importante de todo es que comprenda y nos ayude a vencer al verdadero enemigo que ha invadido nuestras calles: las drogas.
Aves negras
El cuento es muy simple pero no por eso menos fascinante.
Un joven que conocí en una librería me lo contó mientras bebiamos una cerveza, el me asegura tener ciertos poderes de los cuales yo dudo absolutamente, pero lo dejé seguir porque era interesante.
Me cuenta que fue deportado de Chicago por hacerle preguntas incomodas a un funcionario, ya en Juárez intentó regresar a Estados Unidos por la via rápida, cruzando el rio con ayuda de un coyote, la parte inverosimil de la historia es que gracias a sus poderes los agentes de las patrulla fronteriza no los vieron a pesar de tenerlos enfrente, un conjuro secreto puso sobre ellos (el coyote y el joven) una especie de capa de Harry Potter que los hizo invisibles. El coyote se asustó y lo dejó solo, o algo así.
Pero la parte central de la historia, y espero que me esté leyendo, pues es la única que debería de contar, es muy impresionante.
Me dice que pasaron por una parte casi seca del río, y que en la mitad de ese recorrido sintió como si alguien lo jalara, de una pierna primero, de un brazo después, luego de la ropa, el coyote le dijo que no se entretuviera, que caminara más rapido, que lo iban a ver, el asunto es que esos tres o cinco metros que le faltaban por recorrer le costaron mucho trabajo.
-empezé a sentir dolor en las piernas y en los brazos, cerré los ojos para invocar un conjuro protector, escuche voces, no te vayas, llevanos contigo, quedate, vuelve pronto, no te quedes, nunca vuelvas, vete lejos, cuando abrí los ojos no lo podía creer, un rio de manos y de rostros apareció bajo mis pies, querían que los ayudara a cruzar el rio, pero eran muchos, me apretaban muy fuerte las piernas, me jaloneaban la ropa, casi me tiran al piso, mire hacia ambos lados y el rio ahora estaba lleno de cuerpos que se movían docilmente, llevados por una corriente subterranea, era un rio de fantasmas, eran todos los muertos de ese rio, y algunos de ellos insistían en que los sacara de ahí, por fin logré cruzar ese tramo y cuando voltee hacia el río ya no había otra cosa más que tierra y algunos charcos, mis ropas estaban totalmente sucias y el coyote me miró extrañado,
-pues por dónde se metio muchacho, mire como viene, agachese que ahí viene la migra, ya valimos, ya nos vieron
Y luego me contó lo que ya puse al principio.
El día de ayer mirando hacía el Canal Franklin, el nuevo arroyo mortal, vi salir del agua a una pequeña ave negra, cerca de ella había otras iguales, como no la vi entrar al agua pensé que se había metido a beber desde hace rato y ya, pero luego salieron otras dos, así como si nada, luego otra, todas como si surgieran del agua misma, surgían negras pero totalmente limpias de entre el agua lodosa, sacudieron sus alas sobre el concreto gris y permanecieron ahí un rato como si se conocieran, casi como si platicaran, y estuvieran esperando a que llegaran otras,. Otras almas nadando a contracorriente queriendo regresar a casa. Ninguna de ellas tenía sombra.