lunes, febrero 17, 2003

Yo el otro"



segunda parte de la entrevista con Jorge Reyes y Gonzáles "El Jotkeís

ER: sólo estábamos esperando su llamada señor jotkeís, el maury acaba de conseguir un morral de asbesto lleno de caguamas, usted sabe, se siente mal con usted.
JGR: póngalas en el refri, lo bueno es que es temprano, si nos las acabamos pues vamos por otras.
ER: vayamos al grano, ¿cómo esta eso de que usted es el otro?
JGR: se lo voy a explicar, una vez por mixcoac conocimos a unas muchachas, guapas las dos, yo sabia quienes eran, y el moco luego luego, con tlacoyo en mano que les habla así muy bonito, con sus pausas y esa respiración tan rara, yo le digo
-sabes que pinche moco, no le busques, son hijas del secretario de gobernación, córtala-
-a mí me vale madres pinche jotkeís, cual quieres? la de rojo o la de negro?-
total que ahí vamos y luego luego caen, el se hace novio de una de ellas y yo, pues nada, guapo nunca fui, pero pues éramos los chaperones, les llevábamos serenata, no mas una vez, porque el padre de las muchachas era muy hijo de la chingada, nada de amenazas, puras balas usaba para convencernos que las dejáramos en paz, esa noche salimos corriendo entre callejones, toda nebulosa fue esa huida, ¿recuerda usted ese poema donde habla de la niebla?
ER: claro que sí
JGR: pues de ahí salió, de esa noche que salimos corriendo sin parar, pero no crea que ese poema salió nomás de andar por las calles perdidos casi como locos sin ver casi nada, no, sabe que casi llegando a la casa el moco se puso entre pensativo y paranoico:
-sabes que pinche jotkeís, esta calle no parece de verdad-
-no mames pinche moco, esta calle es neta, como que vamos caminando en ella-
-no guey, no entiendes, mira lo espeso de la niebla, la calle se ve como borrosa-
-borrosa mis huevos guey, nada mas ten cuidado por donde caminas-
-no en serio, mira, parece un callejón de fantasmas, donde lo único real es... -
-¡la niebla guey, la niebla! ¡Aguas! ¡aguas! ¡písale! ¡písale cabron!-
La niebla era la perra de un vecino, bonita la pinche perra pero bien cabrona, salió de la nada la muy hija de la chingada, sus ladridos nos hicieron abandonar nuestros pensamientos.
ER: vaya, yo pensé que ese poema tenia significados más profundos
JGR: no que chingados, solo yo entiendo lo mexicano de Octavio paz, deje le cuento otra cosa, curiosamente tambien relacionado con las muchachas estas, un día nos robamos una madres de esas de xochimilco, uno de esas balsas con flores
ER: no me acuerdo como se llaman, pero si sé cuales dice
JGR: total que nos robamos una de esas, decía lupita, en fin que vamos al bote y solo me encierran a mí, ya ve las influencias de las muchachas y como las dos querían con el moco pues yo me quede en las rejas, a los dos días salí y me tope al moco
-que onda mi jotkeís, disculpa que no haya ido a verte-
-pinche moco, te dije que no nos robáramos esa madre-
-discúlpame jotkeís, en serio, me cae que ya iba a ir por ti, para sacarte, ¿cómo le hiciste para salir?-
-libertad bajo palabra mi buen moco, los convencí diciéndoles que...
aquí el moco salió como enloquecido a comprar unas hojas de maquina y no lo vi hasta el mes siguiente, yo iba a buscarlo pero nomás oía la maquina de escribir fuera de su casa.
ER: o sea que de ahí viene el nombre de su libro de poesía
JGR: a chingados, a poco así se llama un libro de el?, pinche moco, ya ve como le digo que yo se porque se le considera un escritor de México.
ER: pero vayamos con lo de "El otro" eso nos tiene muy intrigado
JGR: claro que si hombre, para ya iba, después vi al moco le digo que un mes después, con cierta pena me hizo una confesión
-pinche jotkeís, te quiero un chingo y la neta vengo a disculparme contigo-
-disculparte de que, mi moco-
-pues de los días que pasaste en la cárcel por mi culpa-
-no mas fueron dos mi moco, no te apures-
-no la neta tengo que contarte algo-
-mejor así lo dejamos mi moco, no se aguite ya paso-
-no es que yo...-
total que me cuenta la siguiente historia:
Ya en la delegación, a las muchachas les dicen que con ellas no hay pedo, pero que lamentablemente tiene que declarar, los tramites usted sabe
- a ver muchachas, aquí dice que uno de los muchachos golpeo al trajinero-
-no fue Octavio, fue el otro, al que le dicen el waffle- dijo la novia.
-el jotkeís rebeca- la corrigió el moco
-tambien aquí en la demanda tengo que aparte de los golpes lo insultaron, cito textualmente: mira hijo de la tonantzín, prestanos la chalupa, o ya veras lo que es ser mexicano en tierra de laberintos-
-fue el otro señor juez, no fue Octavio, es mas el hasta defendió al dueño de la chalupa-
Total que así se fueron. Todos los insultos, las amenazas y los golpes que le propino Octavio al pobre chalupero fueron obra de "el otro" osease yo
ER: vaya vaya.
JGR: el moco ya bañado en lágrimas me dice:
-perdóname jotkeís, perdóname por favor, mi abuelo estuvo en la cárcel tambien y yo, carajo, estar entre rejas no podría soportarlo, tu fuiste ese otro, o sea yo mismo pero multiplicado por la adversidad y la conveniencia, siempre te estaré agradecido, en todo libro que yo escriba estarás tu, eso si con discreción, para que me entiendas, siempre serás el otro, recuérdalo.-
ER: así que es verdad, usted es...
JGR: el otro efectivamente, el moco cumplió, pero sabe que, el moco todavía me debe algo, yo soy el personaje de El jardín de la soledad, por no decir que el autor, porque ese libro, ahora recuerdo, lo hizo todo el tiempo pensando en mi, después le contaré.

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