Valiente Arte NuevoHay que admitirlo, la literatura se ha detenido en México, a pesar de que oficialmente se ha insistido en una juventud perpetua, en nuevas obras con nuevas tendencias escritas por los mismos escritores, las mesas de novedades huelen a pan viejo y los premios parecen más una etiqueta que una garantía, ante esa triste situación no hay otra que tomar al toro por los cuernos y enfrentarnos a lo que siempre hemos temido: nuestra realidad.
Ya no podemos insistir en escribir como si hubieramos nacido en otro país o como si vivieramos en otro lugar que no sea este, hay que escribir de manera honesta: c
omo alguien que sueña con largarse de este país. Si empezamos por ahí tendremos más lectores, pues no sómos los únicos que deseamos hacer eso, luego tendríamos que hacernos a la idea de que desgraciadamente seguimos viviendo aquí y que es más fácil escribir un libro que abandonar este sitio que ciertos días despreciamos tanto.
Ahora que si fuera de la literatura la realidad no existe, o se les dificulta hallarla, les tengo dos sugerencias breves:
1.Inaugurar un genero literario: La NarcoficciónEs cierto que ese nombre llevarán las obras completas de Felipe Calderón pero no se confundan, a eso se le llama de otra forma, mentiras por ejemplo. Yo me refiero a otra cosa, por ejemplo un país con drogas mas ingeniosas muy al estilo de Stanislaw Lem pero en territorio mexa, o peor aún en un planeta mexa con Ministeriales Clonados, Sicarios en motonetas voladoras y ejecuciones intergalacticas.
Hace unos años me topé con un corto de Monterrey donde los narcos resultaron tambien ser vampiros, me pareció genial y con bastante carnita de donde agarrarse, que tal ir pensando en “Entrevista con un Narcovampiro”.
Ahora que si se quieren poner clásicos pues nada mejor que una versión llena de balazos y decapitados tomando como modelo a Romeo y Julieta, casi estoy seguro que a pesar del plagio una historia de esas sería un bestseller, hasta telenovela harían.
Para los que son serios y les parece demasiado más burdo aprovecharse de las circunstancias que de los huecos legales de las convocatorias a premios nacionales pues sigan escribiendo sus retruecanos narrativos pero metanle un narco por lo menos:
En Ciudad Juárez un joven puchador sueña con una droga idéntica al agua, sin sabor, sin olor y totalmente incolora, en El Paso Texas un joven estudiante de química sueña con una formula extraña, con tal de deshacerse del sueño transcribe la formula y obtiene una sustancia incolora, al principio no pasa nada hasta que decide tocarla, la reacción es inmediata, elbreve cosquilleo que inicia en sus dedos se transforma en un agradable calor que le recorre el brazo hasta el codo, de ahí el placer se dispara como blandos cristales de luz, al mismo tiempo Joaquín el joven puchador se despierta sudando sin razón, ha soñado el rostro del estudiante, este comienza a tener pesadillas con el rostro de Joaquín, la novela consiste en la fuga y la persecución perpetua entre dos ciudades, para meterle más rollo pueden inventar un manuscrito llamado Novela con Piedra que es donde realmente sucede la historia.Ahora que si insisten en la literatura, que tal las memorias de un narco escritas por 11 o 12 autores distintos, pues el narco en cuestión no confía en los escritores y los va matando uno a uno conforme terminan los capitulos, el truco está en saber quien diablos escribió el libro a final de cuentas.
A los que les urge la chamba se pueden ofrecer como correctores de estilo para las narcomantas.
2. La industria del espectáculo: El NarcomusicalAprovechando que pocos son los que se atreven a montar un musical en esta tierra, que mejor que inventar los propios, nada de superproducciones con más de 300 bailarines en escena, adiós a los gastos excesivos en vestuario y escenografía, nuestros
músicalles (para que gastar en escenografía) sucederán en el crucero que más ejecuciones halla tenido durante el año, ahí podemos montar el
Sicario de la Obrera, la historia de un joven músico sin futuro que se une al crimen organizado persiguiendo su sueño de grabar un cassette con canciones de Chalino Sánchez, ante la promesa de su padrino de que por cada cristiano que se cargue se gana una rola en su cassette el muchacho no tiene otra opción que acribillar doce traidores y todo va bien hasta que en su afán de lograr su máxima ilusión se carga a un inocente…! Drama al por mayor.
Para los amantes del género que no quieran quemarse el seso estaba pensando en algo llamado
“No llores por Miss Sinaloa”, pero tambien en nuestra propia versión de
“Gatos” la cual puede convertirse en el mejor de todos, imagino un grupo de funcionarios bailando al son que les paguen, perdón, que les toquen, cantando mal las rancheras y al final un Felipe Calderón interpretando aquella bella canción de Daniel Santos:
Yo no sé nada, yo llegué ahora mismo, si algo pasó, yo no estaba ahí… y ajairaja que siga la fiesta.