los libros de el "cambio"
He andado de vacaciones, asi que del blog solo he leido puras habladas, una, la mas interesante es que alguien ha calificado a la antología de "El manantial latente" de priista, yo imagino la siguiente escena:
un grupo de escritores bebiendo tranquilamente en la casa de alguien y diciendo
-lo bueno es que la política editorial del pais, el gobierno de "el cambio" no cambió-
aqui el que habla hace conejitos con las manos para entrecomillar lo que acaba de decir, luego todos rien y ponen sus libros financiados por el estado entre las cervezas.
Yo me opongo ante tal falacia cargada de paranoia y psicosis, esa antología es panista, basta ver el color de portada, ademas de la ausencia de palabras como verde, oficina o permanencia.
La otra hablada que escuche es la de ofensas que se han hecho Yépez y Bravo Varela, este ultimo publico una reseña en letras libres sobre la antología bilingüe Reversible Monuments, la controversia esta garantizada por ambos lados, uno porque Yépez no sabe leer y otro porque Hernan Bravo no sabe escribir lo que quiere decir, que a lo sumo son dos cosas: las omisiones y las inclusiones, las primeras se refieren a Eduardo Elizalde y a Jorge Esquinca, la inclusión se refiere al propio Yépez.
Aqui el problema del asunto es que el mismo Hernan Bravo acaba de realizar junto a Ernesto Lumbreras una antología que no termina de absorberse aun, pero ellos mismos aclaran sus juicios sobre las omisiones e inclusiones, a lo que quiero llegar es que todos los antologadores pasan por el mismo camino de vidrio y enredadera que es el desconocimiento de los otros, por lo tanto lo que hacen Monica de la torre y Michael Wiegers es poner lo que ellos conocen y de eso que conocen incluir lo que les llamo la atención.
En referencia a Yépez, Bravo Varela ni lo aplaude ni lo abuchea, simplemente habla por su pandilla, movido creo yo por la indignación y la sorpresa, sin embargo, el df no es estados unidos, y si alla en el extranjero no conocen a los amigos de uno no es culpa ni de Yépez ni de nadie mas que de nuestro sistema central, que segun lo demuestra Reversible Monuments tiene una falla en el area de promocion de los mas jóvenes, habra que preguntarse que ha hecho Yépez para aparecer en esa antología, creo que la respuesta es sencilla: escribir y buscar espacios alternativos, suena difícil, lo es.
La tercera hablada es sobre la experimentación, lo que me han dicho es que la gente sigue jugando al Dr. Caligari sobre el papel, sin darse cuenta que los experimentos ahi siempre seran de lo mas elementales, cortar hojas, pegar recortes, hacer juegos visuales, reducir la experimentación al limitado campo visual del texto inmóvil es perdida de tiempo.
inventar palabras (lo cual ya es mucho) es un buen experimento, gritarlas es mejor, no es lo mismo leer en voz alta que gritar a media calle "yo pecador, a la orilla de tus ojos miro nacer la tempestad", creanme que no da los mismos resultados, la segunda opcion hacen que la gente crea que uno es testigo de Jehová (lo cual tambien, ya es mucho)
Creo que todos los que escriben ya experimentan, lo ha dicho el mismo Silvaman, y tiene razon, escribir suponiendo que sabemos lo que va a resultar es pasearse a las orillas del abismo de la comodidad y la autosatisfaccion, por lo tanto un escritor decente siempre va a experimentar, desde el mas joven al mas viejo esta obligado a explorar mas alla de los limites, curiosamente los mas jóvenes experimentan menos, pero es por la simple razon de que son los que saben menos sobre el asunto.
Total, experimentar no esta prohibido, pero tampoco es algo que se pueda agarrar como bandera de uno. Nadie es vanguardia.
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