Espera-oscuridad-Espera

Escribo esperando a que la ciudad se despeje del alcohol, no puedo imaginarme manejando así pero lo hice, trazé tranquilamente abrazado a las botellas sombras veloces y líneas directas para llegar a la muerte, hoy que vuelvo al turbio ritmo de los diarios regreso a casa en plena oscuridad, a eso hay que sumarle que estoy ciego, el alcohol es innecesario cuando tus ojos te traicionan a la hora de medir las distancias, el pie izquierdo pegado al freno es inutil ante los tres ojos retrovisores miopes.
Espero pues mientras escribo, no puedo salir así, afuera esta lloviendo el último esfuerzo de la furia contenida, este tipo que me rebasa a 110 kilometros por hora en qué estará pensando. ¿Realmente tiene prisa? ¿Que tipo de urgencia lo tiene con el dedo gordo hundido en el acelerador? Realmente hay necesidad de llegar antes que todos? ¿A dónde?
La otra ciudad es otra, por más que intento no puedo decir que es la misma, cruzas algunos metros y ya estás en la otra, tratas pero es imposible llegar a la misma ciudad, tambien hablan español, hay pobres, la soledad puedes verla en esos rostros, pero ¿es la misma? No, entiende, es otra. LUZ VERDE. Avanzo con precaución.