miércoles, noviembre 16, 2005

…Y libranos de todo Mall


Leo que Milena ya esta haciendo una lista de regalos, en las oficinas ya se organizan las terribles ¿posadas?!!! ¿Qué no nos la hemos pasado posando todo el año? pero lo que es peor que fingir que a uno le gusta el champurrado o los incomibles tamales que venden en mi querida ciudad, hay que chutarse el terrible intercambio de regalos, donde jamás, pero jamás alguien recibe lo que quiere, aunque nos pongan la foto, la dirección, el nombre del dueño de la tienda, a que horas abre y a que horas cierra, nel, siempre regalamos lo que nos da nuestra regalada gana, al fin y al cabo la intención es lo que cuenta, y estoy de acuerdo, siempre y cuando la intención sea la de chingarle el día al projimo.
Y luego los villancicos y la voz de tatiana y pandora a todo lo que dan y que los peces mueren en el rio y no se que mas; y total, que yo sigo insistiendo que la navidad no mas no es mi fuerte, que para nada me gusta eso de repartir abrazos y detallitos por aqui y por allá, y si le entro al asunto de la fantasía infernal, perdón, invernal pues es por los chamacos, ellos que culpan tienen de que el dinero nos tenga podrido el corazón, y para que contagiarlos de nuestra amargura si nos resulta mas grato verlos contentos esperando un regalo mientras otros niños arden en Jerusalem, donde se supone que nació el causante de toda esta fiesta.
Pero de ahi en mas, nel, yo no comparto ni las papas, en esos días mas que nunca no les suelto ni el polvo a los parqueros, no le sonrío a nadie y nada mas digo gracias por que mis padres me enseñaron que aún en las peores situaciones uno debe ser educado, en la familia después de algunos años hemos decidido que nomás los hijos y los jefes de uno reciben regalos, los hermanitos pues como que ya crecieron y tienen sus dos piecitos y sus dos manitas para hacerse de sus propios billetes y sus propios regalitos, y de los amigos pues al menos los mios no andan con cara de a mi nadie me regala nada, y si andan pues les invito una chela y así nos la llevamos hasta el año nuevo.
Pero ya en serio, guarden su lana, abrazen a sus familias, a sus compas y (ni modo) a la raza con la que conviven a diario, si en verdad alguien les cae mal, pues nada mejor para demostrar ese amor que unos tamales de La Choza. Pero si pueden, no regalen ni madres, sean felices y jodánse al sistema.
Vivan, Escriban y Beban, Abajo la Maldita Navidad.

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