martes, agosto 05, 2003

La fiesta infantil I


Como han pasado los años dice la canción. Ahora que el joven Diego ha demostrado su elasticidad y resistencia acudimos con mayor frecuencia a fiestas donde abundan los borrachos en miniatura.
Las fiestas infantiles no son algo de mi agrado, ahora, en estos tiempos modernos la mayoría de las familias deciden rentar un salón infantil (ojala se pudieran pagar con el domingo del hijo) y llevar a cabo la ceremonia anual que poco a poco aleja a sus hijos de sacarse los mocos y los acerca a la edad de sacarse otros fluidos con la misma mano. (Chale, pésima frase, pero que se puede esperar de mi que no disfruto ni estas fiestas ni las otras)
Total que ahí vamos, dispuestos al encuentro con todo tipo de infantes:
el que llora mucho y que por lo general no es un bebe, el que huele feo y que tampoco es un niño de pañales, el que grita, el que corre y ese divertido animal que le pega a uno en la panza con un palo.
Sin embargo, dado la fragilidad aparente de mi hijo los que me preocupan son los hijos de Gengis khan, esos matalotes gordos de 7 años que siguen siendo niños pero con un cerebro sin desarrollar, como lo se? basta verlos moverse e intentar jugar a las luchitas en un brinca-brinca, al menor descuido ya le han tumbado los dientes a un niño y pisado la delgada muñeca de una chicuela de tres años, eso es lo de menos, lo que preocupa es que por lo general cuando uno pierde de vista a su hijo es que este debajo de ese animal.
Con estos niños es fácil tratar, sus reacciones son absolutamente animales y practicas, por lo general deciden torturar a quien se deje, lo mas común que hacen es no dejar entrar o salir (según sea el caso) a los niños del brinca brinca.
Aquí van los dos métodos el psicológico y el material:
Si el niño es lo bastante bruto hay que recurrir al dinero
-Te doy veinte pesos pero aléjate de ese niño con camiseta de power rangers-
-por treinta se lo cuido- dicen muy seguros
-orale, ahí te van-
lo malo es que por cuidar al de uno madrean a los demás, así que lo mas recomendable es darle veinte pesos.
El otro metodo es efectivo pero peligroso, se usa solo en casos extremos, por ejemplo cuando pide 50 pesos por protección total.
Aquí uno lo toma del brazo con fuerza y le dice en el oído, o cerca del rostro
-yo estuve en la cárcel con tu padre, soy su mejor amigo-
Funciona, los padres de estos niños por lo general nunca han ido a la cárcel, pero la revelación de este secreto les baja el azúcar y se tranquilizan, me ha tocado verlos sentados en el lugar mas solitario del salón después de decirles esto.
Después de todo, en caso de que sea verdad la estancia de su padre tras las rejas, el riesgo no es tanto que el progenitor de la bestia siga en la cárcel, sino que acabe de salir, circunstancia que gracias a dios no me ha tocado.

La fiesta infantil II: el niño lata


Prefiero decirle asi, a decirle como la mayoría: pinche mocoso o pinche hijo de la chingada, el niño lata es peor que el hijo de gengis khan, el niño lata habla, es un desmadre que habla y peor aun, puras insolencias:
-Porque te sentaste en mi lugar menso- me dice un niño mientras hundo mis tostadas en unos excelente frijoles licuados
Explicarle al niño la razón por la que estaba ahí sentado me llevaría unos dos minutos, llegamos mi esposa y yo, nos sentaron en una mesa pero la dejamos por cuidar al joven diego, al regresar hay dos señoras sentadas, la hermana de la mujer de la fiesta nos pone en otra mesa y nos trae comida, ahí estamos, y en eso aparece el niño lata con esa pregunta que me demuestra que en el futuro no dejara de ser un imbecil
-a ver, cual era tu lugar- le pregunto
-este- me dice
-cual, donde estas sentado?- le pregunto mirándolo a los ojos
-si, aquí-
-entonces porque dices que te gane tu lugar?, menso- le doy un trago a mi soda de fresa
-porque yo estaba aquí sentado-
-Donde, en la silla donde estoy yo?- ahora si me como mi tostada
-No en esta- me señala su trasero pero entiendo que se refiere a la silla donde esta sentado
-okey, dejame a ver si entiendo- lo vuelvo a mirar a los ojos- tu estabas sentado ahí, en esa silla donde estas sentado ahora, yo estoy sentado aquí, en esta silla donde nunca estuviste sentado- aquí el niño se levanta y yo lo agarro del brazo-
oye menso espera, cual es tu lugar? menso- el niño se zafa y huye de mi
Salgo a donde esta el brinca brinca cargando la bolsa de dulces del joven diego a mi espalda, el niño lata me la tira al piso
-ah pero que ganas de chingar- le digo
Lo malo de los niños lata es que corren mejor que uno, el niño lata se mete al brinca brinca, hay tres niños mas, dos lo bastante grandes y el joven diego, de pronto veo volar los zapatos de mi hijo encima del brinca brinca, el niño lata me ve con ese gesto que solo significa una cosa: me la pelas culero.
Respiro profundamente, escupo en el suelo y me digo, no te metas en pedos, recuerda, solo recuerda. Respire de nuevo y lo ignore por completo, el niño se calmó, dejo de hacermela de pedo, cada vez que nuestros ojos se topaban yo le decia en voz baja chinga tu madre, algo que me gusta de los niños lata es que saben leer los labios.

La fiesta infantil III: ay que bonito recuerdo


No le tengo miedo a los padres de los niños, a menos de que sea una fiesta de narcos, yo en el carro no cargo ni un palo, a lo mucho un monton de basura, y tratar de meter la cabeza de un gordo en una bolsa del super me parece poco util, lo que me da pavor son las madres de los niños.
Cuando el joven diego era pequeño las fiestas me resultaban mas placenteras, hasta que me sucedió la historia de los tres pescuezos:
Estaba yo de lo mas tranquilo observando a mi hijo jugar con otro chicuelo, se entretenian con un pato de plastico en una de esas casitas para niños no mayores de tres años, en eso llega un matalote de unos 70 kilos sin edad, no se si tenia 9 o 15 años, queria meterse a la casita pero no cabia, en su coraje, atorado ya en la breve puerta decide arrebatarles el pato
-no cabes ahí gordo, este es un juego para niños chiquitos- le digo recalcando la ultima palabra y mirándolo a los ojos-
lo que obtengo como respuesta son puros pujidos, de pronto escucho ese singular sonido que solo los padres y algunos doctores reconocen: los arqueos de la asfixia, el gordo tiene el cuello del otro niño en sus manos, el niño tiene el cuello del pato en su manecita tratando de alejarlo del gordo
-dame el ung, ung- pato- dice el gordo
-angrn-, angrga no, es mio- dice el niño
de inmediato agarro del pescuezo al gordo y le digo que suelte al niño
-no, ung, ung, que me de el unnnh pato y lo arcghuh suelto- dice el gordo
-suelta al niño- le aprieto mas el cuello, mucho mas.
-ungngn arnrn aununnsn grrurge no-
-sueltalo, por ultima vez te lo digo-
en eso siento un manazo en la espalda y las uñas de alguien enterrandose en mi brazo que aprieta al niño
-deeeejeeeeloooo desgraciado, sueltelo- es una señora gorda –pongase con uno de su tamaño
-señora, digale que suelte al niño-
-cual niño, aprovechado- me dice mirándome con un desprecio y rencor nunca vistos en mi vida
-el niño al que su hijo esta ahorcando-
la mujer se asoma y ve la escena completa, la mano de su hijo apretando el cuello de un niño que por lo güero no se le notaba lo palido y el niño apretando ya sin fuerzas el pescuezo de su pato de plastico
-Sueltelo, sueltelo señor-
-señora, primero que su hijo suelte al niño-
-julioooo, juliiioooo, suelta al niño-
-ununggn hasta que me unnh arr arc de el ungng pato-
-julio sueltalo- dice la mujer, se escucha un puac del pato supongo, y un thud del niño estoy seguro
Ya resuelto el asunto, me quedo mirandolos
-agradezca que no vino mi marido- me dice la mujer
-no si con los dos tengo señora-
-como dijo-
-que con los dos tengo, con usted y con su hijo- le conteste
-ah muy chistosito- me dice poniendo sus manos en la cintura
-entonces por que no se rie?- le digo pregunto mientras saco al joven diego de la casita del horror y me alejo de la escena, la demas gente empieza a acercarse por el escandalo
-que paso- me pregunta mi esposa
-nada un pato y un pinche mocoso panzon- le digo, en eso siento una patada pesada en la espinilla, era el niño gordo
-eyyy niño por que le pegas- trata de preguntarle mi esposa mientras el gordo huye
-eso es lo que paso, okey, después te cuento-
El gordo fue a reunirse con su madre y me miraban de manera retadora, yo les sonreia cada vez que el niño se llevaba la mano al cuello.

Poesia y sociedad I


Ayer para variar, un canal de proyección nacional paso otro reportaje sobre las muertas de Juárez, me puse a pensar que era necesaria una manifestación artística, se me ocurrio una serie de monumentos en los lugares donde se han encontrado los cadáveres, lo que vino a mi cabeza fue la instalación de grandes lamparas rojas, de esas enormes que se usan en hollywood y que nosotros en la infancia llamábamos buscaviones, grandes columnas de luz roja moviéndose en el cielo juarense, unas catorce creo son las que se usarian para cubrir los lugares, muy bonito, algo escandaloso pero expresivo al fin, sin embargo la gran pregunta que me hice fue: Para que? Ayudarian en algo a resolver el asunto? No, los asesinos encontrarian otros lugares para deshacerse de los vestigios de su obra. Por lo tanto, la idea del arte dentro de este asunto esta descartada, por que? por que no sirve para nada

poesia y sociedad II:
Escribamos para ellas, aunque mal paguen, perdon, aunque no nos lean


Lo malo de la poesia social, es que no le sirve a la poesia
tal vez a los criminales, pero no a los poetas


P. S. Helioq, poeta de la colonia altavista
Del ultimo encuentro de poetas de la ciudad organizado por Carmen amato, me quedo una frase lapidaria

Yo ya no quiero escribir poemas... pero... siguen matando mujeres


La autora, Armine Arjona, mujer que ha estado en este asunto de los crímenes mas tiempo que cualquiera, y que ha escrito (al parecer) un poema por cada una de ellas, los poemas estan fechados y algunos llevan por titulo el nombre de la mujer asesinada, buen experimento, a la fecha ha de llevar unos 283 poemas, no dudo que de ellos unos cincuenta han de ser buenos, no es tan mala escritora, pero en resumen habra escrito 283 poemas inútiles. Ninguno de ellos ha detenido otro crimen.
Detesto la egolatria de los poetas, yo soy uno de ellos, pero me molesta que el poeta suponga que su obra sirve para detener lo inevitable: nuestra propia destrucción.
Decia al principio que era un buen experimento escribir un poema por cada una de ellas, pero que se puede escribir después del poema numero 32?, huesos, sangre, crueldad, y de nuevo la gran pregunta. Para que? Para evitarlo? para proteger a las mujeres?
Acaso el poeta esta tan embebido en su obra que no se da cuenta de lo inútil que es escribir sobre eso?
Insisto que la poesia rescata la belleza, aun y se nombren en ella los actos crueles del hombre. Pero hay belleza acaso en 283 mujeres muertas? Es posible creer que el poeta crea que con su obra esto puede resolverse, ya se que aquí algunos diran "al menos estamos haciendo algo, nos estamos manifestando contra eso", nada mas ridículo que suponer que nuestras autoridades y peor aun, que los asesinos leen poesia, pero mas bajo aun es creer que las madres de estas mujeres tengan la intención de leer esos bodrios que en nada le van a ayudar a cruzar ese terrible camino que es el saber que su hija o su hermana murieron en las peores circunstancias posibles.
Insisto la poesia se arma en la belleza, es cierto, las circunstancias mas crueles han dado poemas muy bellos, pero es la desgracia personal lo que los ha provocado, el poeta es egoista como todo ser humano, pero reconocer eso, el que somos egoístas, significa que conocemos los limites de la poesia, es decir nuestros limites, sabemos de lo que es capaz nuestra obra. Y la mejor muestra de ese egoismo es escribir poemas de algo que desconocemos,

oh si, vamos a escribir poemas sobre las muertas, que comodo, a mi no me han matado a nadie, mi dolor es de lejecitos y aparte esta de moda, imagínense a los medios diciendo eres el unico poeta que toca este tema, eres un poeta valiente


Valiente de donde? Ha salvado a una mujer? ha perdido a una hija? a una hermana? Por supuesto que no, esta es la gran pregunta: Porque ningun familiar de alguna victima se ha dedicado a escribir poemas después de encontrar el cadáver, los huesos o las ropas de una hermana o de una hija? Por que es inútil, la poesia, no sirve para eso, no para recuperar la sangre de una persona con la quien creciste.
Los poetas somos hipócritas, me pregunto alguno de nosotros sabe al menos 8 nombres de las mujeres que han sido asesinadas? o el nombre es lo de menos y escribir poesia inútil es lo que importa? No digo mas.

Posdata


Ya se, ya se, solzimer se ahoga con su lengua escandalosamente mordida por el mismo, ya hablare de Heberto Padilla y Miguel Hernandez, entonces ya nos entenderemos. Eso espero.

La sociedad de los poemas muertos


De mis noches en El Norte tengo una que nunca podre olvidar, fue la noche en que vi las fotos del cadáver de una mujer asesinada, los fotógrafos sabian que esas fotos jamas serian publicadas, pero querian verlas, aun lado de mi estaba el monitor donde podian verse las fotos, una docena de fotógrafos hicieron un circulo y las pusieron.
Era una mujer sin edad, el sol y el calor habian hecho su trabajo, hincharla y reventarle el estomago y parte del pecho, las piernas flexionadas tenian partes sin piel, los huesos eran amarillos y habia jirones de piel reventada tambien por el sol, en su vientre todo era negro, obra del sol tambien, el alto contraste provocado por el mediodia solo permitia ver una mancha negra bajo su pecho, las manos enterradas en la arena, crispadas, tratando de atarse a la tierra en el momento justo en que la mataron, en un costado tenia 7 ranuras como las branquias de un pez, no eran ni la mitad de puñaladas que le dieron, siete lineas negras como un ojo cerrado, como una ceja, toda ella era de color tierra, los huesos podian adivinarse bajo esa piel muerta, fueron 8 fotos que vimos con detenimiento, con atención, con morbo, algo que nunca harian los familiares de esa mujer, no sin sentir dolor, odio, o indignación. No, ellos la mirarian y voltearian el rostro con fuerza. Nosotros no, no estabamos viendo un cadáver, estabamos viendo una noticia mas, casi puedo decir que estabamos viendo nuestro sueldo del viernes en ese cadáver. Si, si habia asombro y vergüenza, pero sobre todo habia morbo.
No llegue a casa con ganas de escribir un poema, tampoco se lo platique a mi esposa, creo que se lo conte dos semanas después. Lo que hice fue tomarme una cerveza en el balcon, "chingada madre" fue lo unico que dije, hasta ahora creo que es lo unico que se puede decir o escribir, tambien creo que las cosas que se pueden "hacer" son muchas, pero somos cobardes. Chingada madre.

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