Legalizar las drogas o nacionalizar el narco?
Ahora resulta que Calderón se rinde, se da por vencido cuando según él y todos sus asesores en seguridad esta guerra la van ganando, a qué viene esto de sugerir la legalización de las drogas? Reconocer una derrota anunciada por todos los que se opusieron a la violencia? Admitir que esta guerra no puede ganarse en el campo de batalla? O en la certeza de que esta guerra terminará afectando los intereses de altos funcionarios involucrados con el negocio? Vamos, Calderón dijo que esta guerra llegaría hasta las últimas consecuencias, admitamos que pecó de inocente, esas últimas consecuencias lo sabemos todos, incluyen a funcionarios, politicos y empleados del sistema, por lo tanto, esta guerra no puede seguir hacia delante, lo mejor, es recular como buen mexicano y decir perdón por las molestias.
Pero volviendo al asunto, legalizar las drogas no va a solucionar nada, lo correcto es legalizar el narco, dejarlo hacer y dejarlo pasar, que la ruta de la droga no se vea interrumpida por nuestras conciencia timoratas, que llegue a donde tenga que llegar, y que los narcos en vez de gastarse el dinero entre ellos mismos, paguen impuestos, que sea el gobierno el dueño del territorio nacional y les pase factura a todos los carteles de la droga que usan nuestro país como lugar de paso, así de sencillo, si los gringos se enojan y nos hacen caras, allá ellos, es su problema. Nada más triste que aceptar las ordenes del mayor consumidor de drogas en el mundo, y del más grande mercado para estas sustancias y cuyo negocio sólo nos han dejado, miseria, sangre y corrupción.
Hay que aceptarlo, el narco es un gran negocio y el gobierno se ve mal, sacándole provecho a escondidas, mejor que de la cara y diga que de ahora en adelante el gobierno les cobrará y con intereses todos sus muertos; antes de que se pongan a temblar los funcionarios corruptos, hay que asegurarles un puesto fijo, pues quién más que ellos tienen experiencia en tratar y negociar con este tipo de alimañas, lo único malo (para ellos) será que tendrán un margen de ganancia muy bajo.
Supongamos que nacionalizamos el narco y lo metemos al mismo régimen hacendario que tiene a PEMEX en la miseria, asunto arreglado, los narcos se irán de inmediato del país.
II: Y la droga apá?
No imagino un México donde consumir drogas sea legal, con el alcohol y el tabaco tenemos, a esto hay que agregarle la coca cola, la televisión y la radio, mejores sustancias para someter a un país no las hay, pero el crudo, el gordo y el imbécil van a trabajar, toman estas sustancias como un relajante, para alejarse de la realidad, no para expandir su mente o para experimentar, al contrario, las rutinas del alcohol, el tabaco y el televisor son las más tediosas que conozco, confieso que no he probado otras salvo la mariguana, pero esta última no me convenció para nada. ¿o sería que ya estaba bien enganchado a las otras?
Tengo amigos que consumen crack, cocaina, mariguana, hongos, pastas, por supuesto que no tengo ninguno que consuma todo eso junto, pero mal que bien ahí la van pasando, tambien lo hacen para evadirse, la única virtud que tienen las estas drogas es que como los amigos, estas pueden elegirse. No hay un sistema, un estado dispuesto a someterte a ellas, al contrario, muy en lo profundo, creo que las ve como enemigas de sus somniferos habituales. El cocainomano no duerme, no para de ver al mundo como lo vemos algunos, un vértigo incesante, un veloz deterioro de las cosas, el que ve televisión tampoco duerme, pero tampoco sueña, no alucina, no percibe más de lo que los otros quieren que perciba.
En Yonqui, la novela de Williams Burroughs, el autor sostiene que para el que está enganchado, todo gira alrededor de su satisfacción, el yonqui es egoista, un hombre separado de los otros, y cuyo único objeto de comunión es la breve dosis que necesita para seguir viviendo, el drogo a diferencia de los otros hombres, tiene una motivación precisa y personal para seguir de pie, conseguir más droga. Tomando esto en cuenta, un drogadicto puede darse el lujo de saber qué es lo que quiere, no hay confusión de emociones o de principios, el sólo quiere otra dosis, y después otra.
Por el otro lado, el ciudadano normal lo menos que quiere es estar en paz, cubrir sus necesidades económicas, encontrar espacio para sus emociones, se involucra con gente que no piensa ni siente igual que él, la vida del hombre normal es una confrontación constante, debe respetar la ley aunque no este de acuerdo con ella, debe admitir un concepto de justicia con el que no coincide, ver que el mundo es una mierda y tratar de sonreír mientras camina. El drogo no, al que cae en ese barranco ya sabe donde esta y porque esta ahí, no se hace preguntas sobre el origen o el destino del mundo, lo único que quiere es droga, una solución momentanea, una satisfacción efimera, como las son todas, pero paradojicamente, adicto y todo esta conciente de ello.
Quiénes son entonces los que viven drogados? Estos pobres fiambres que caminan con los ojos puestos en la próxima dosis, o los que andamos por la vida insatisfechos sin encontrar los motivos de nuestra aflicción.
III: Se puede estar peor?
Yo no estoy de acuerdo con la legalización delas drogas en México, no en este país donde lo que debiera salir bien siempre sale mal, y lo que se supone que saldrá mal sale peor, simplemente me imagino un país lleno de drogadictos y de funcionarios que se enriqueceran más y que tendrán más control sobre la ciudadanía, imagino las campañas políticas ¡Dosis mayores, mejor calidad! Imagino la debacle económica: Ciudadanos llegó el momento de aflojar la liga y apretarse el cinturón, nuestra reserva de drogas está en su peor nivel y ya es hora de tomar medidas más drásticas. O peor, ver la rebelión de adictos en las calles incendiando oficinas públicas ante la suspensión de sus dosis. Y por supuesto el regreso a los viejos tiempos del thinner y el pegarrey.
No estamos preparados para eso, el gobierno en vez de haber gastado tanto dinero en seguridad, debió haber invertido en educación e investigación. Un pueblo sin ciencia esunpaís esclavo.
Hace poco leí sobre el desarrollo de una vacuna contra el alcoholismo, la investigación es díficil, el plan es administrarla en los niños, el experimento obviamente es a largo plazo, no será hasta que estos niños a los que se les ha administrado la vacuna tengan la edad de beber alcohol que se comprueben los resultados, en teoría deben de ser positivos, la vacuna desarrolla una enzima que según los científicos todos los que somos alcoholicos no producimos en la cantidad necesaria, esta enzima evita la adicción al alcohol, por lo tanto la vacuna no es aplicable a los alcoholicos, no evita que a una persona le guste el alcohol, no suprime la embriaguez y por supuesto la cruda, lo que hace realmente es evitar que el alcohol se instale como una necesidad en nuestro organismo. Suena muy bien y espero que obtengan los resultados que esperan, Lo que no espero es que los gobiernos de los países donde el alcohol es legal, apoyen estas investigaciones.
Pongo este ejemplo, porque de ser real la intención del gobierno de legalizar las drogas, no le encuentro ningún respaldo científico al asunto, si este era el plan B, o la medida de emergencia, el gobierno hubiera invertido mucho dinero en investigación científica no ahora, sino hace unos 30 años, buscando encontrar drogas menos dañinas y menos adictivas, buscando tratamientos efectivos que pudieran aplicarse a gran escala, y sobre todo con la intención de bajar el costo de la droga y de reducir el número de adictos de manera gradual. No hay nada de esto. Ni siquiera una verdadera campaña preventiva contra el uso y abuso de drogas, ni siquiera a nivel social, hace tiempo lo dije, que las maquilas les den una hora al día a sus empleados, para que puedan salir más temprano y convivir más tiempo con sus hijos, más parques, mas espacios de convivencia, crear comunidades artisticas y deportivas, o por lo menos espacios de convivencia familiar y me refiero tanto a los fraccionamientos como a las viviendas, que no estan diseñados para el desarrollo de relaciones sociales sanas. Tampoco hay nada de esto. Al gobierno se le facilitó más contribuir con el reinado del terror, que enfrentarlo realmente.
Ahora, legalizar las drogas no significa hacerlas obligatorias, legales o no, el asunto de las drogas en los mayores de edad es una cuestión personal, y en los niños es estrictamente familiar, nada me duele más que escuchar a un padre de familia diciendo que ahora le será imposible evitar que su hijo consuma drogas, o que siendo legales, las drogas se podrán obtener en cualquier esquina, detesto la imbecilidad disfrazada de clamor social, las drogas ya se obtienen en cualquier lado, ya están en todas partes, en las escuelas, en la maquiladora, en los parques, en cualquier pinche esquina de cualquier colonia de este país, incluso no dudo que hasta en algunas iglesias, la droga ya está aquí, la vende o la consume el vecino, la trafica o la guarda el primo del vecino del compadre de un amigo, vive de ella la esposa de una amiga que es cuñada del dueño de tal bar, la droga financia el restaurant del amigo de la vecina de mi concuña, el círculo es más pequeño cada vez, y la droga, su dinero y sus daños cada vez estan mas cerca, nuestra ciudad es un ejemplo de ello, caen los muertos y con ellos nuestras sospechas se levantan como estatuas que cubren de sombras el parque donde juegan nuestras niños.
Se puede estar peor?
Ahora resulta que Calderón se rinde, se da por vencido cuando según él y todos sus asesores en seguridad esta guerra la van ganando, a qué viene esto de sugerir la legalización de las drogas? Reconocer una derrota anunciada por todos los que se opusieron a la violencia? Admitir que esta guerra no puede ganarse en el campo de batalla? O en la certeza de que esta guerra terminará afectando los intereses de altos funcionarios involucrados con el negocio? Vamos, Calderón dijo que esta guerra llegaría hasta las últimas consecuencias, admitamos que pecó de inocente, esas últimas consecuencias lo sabemos todos, incluyen a funcionarios, politicos y empleados del sistema, por lo tanto, esta guerra no puede seguir hacia delante, lo mejor, es recular como buen mexicano y decir perdón por las molestias.
Pero volviendo al asunto, legalizar las drogas no va a solucionar nada, lo correcto es legalizar el narco, dejarlo hacer y dejarlo pasar, que la ruta de la droga no se vea interrumpida por nuestras conciencia timoratas, que llegue a donde tenga que llegar, y que los narcos en vez de gastarse el dinero entre ellos mismos, paguen impuestos, que sea el gobierno el dueño del territorio nacional y les pase factura a todos los carteles de la droga que usan nuestro país como lugar de paso, así de sencillo, si los gringos se enojan y nos hacen caras, allá ellos, es su problema. Nada más triste que aceptar las ordenes del mayor consumidor de drogas en el mundo, y del más grande mercado para estas sustancias y cuyo negocio sólo nos han dejado, miseria, sangre y corrupción.
Hay que aceptarlo, el narco es un gran negocio y el gobierno se ve mal, sacándole provecho a escondidas, mejor que de la cara y diga que de ahora en adelante el gobierno les cobrará y con intereses todos sus muertos; antes de que se pongan a temblar los funcionarios corruptos, hay que asegurarles un puesto fijo, pues quién más que ellos tienen experiencia en tratar y negociar con este tipo de alimañas, lo único malo (para ellos) será que tendrán un margen de ganancia muy bajo.
Supongamos que nacionalizamos el narco y lo metemos al mismo régimen hacendario que tiene a PEMEX en la miseria, asunto arreglado, los narcos se irán de inmediato del país.
II: Y la droga apá?
No imagino un México donde consumir drogas sea legal, con el alcohol y el tabaco tenemos, a esto hay que agregarle la coca cola, la televisión y la radio, mejores sustancias para someter a un país no las hay, pero el crudo, el gordo y el imbécil van a trabajar, toman estas sustancias como un relajante, para alejarse de la realidad, no para expandir su mente o para experimentar, al contrario, las rutinas del alcohol, el tabaco y el televisor son las más tediosas que conozco, confieso que no he probado otras salvo la mariguana, pero esta última no me convenció para nada. ¿o sería que ya estaba bien enganchado a las otras?
Tengo amigos que consumen crack, cocaina, mariguana, hongos, pastas, por supuesto que no tengo ninguno que consuma todo eso junto, pero mal que bien ahí la van pasando, tambien lo hacen para evadirse, la única virtud que tienen las estas drogas es que como los amigos, estas pueden elegirse. No hay un sistema, un estado dispuesto a someterte a ellas, al contrario, muy en lo profundo, creo que las ve como enemigas de sus somniferos habituales. El cocainomano no duerme, no para de ver al mundo como lo vemos algunos, un vértigo incesante, un veloz deterioro de las cosas, el que ve televisión tampoco duerme, pero tampoco sueña, no alucina, no percibe más de lo que los otros quieren que perciba.
En Yonqui, la novela de Williams Burroughs, el autor sostiene que para el que está enganchado, todo gira alrededor de su satisfacción, el yonqui es egoista, un hombre separado de los otros, y cuyo único objeto de comunión es la breve dosis que necesita para seguir viviendo, el drogo a diferencia de los otros hombres, tiene una motivación precisa y personal para seguir de pie, conseguir más droga. Tomando esto en cuenta, un drogadicto puede darse el lujo de saber qué es lo que quiere, no hay confusión de emociones o de principios, el sólo quiere otra dosis, y después otra.
Por el otro lado, el ciudadano normal lo menos que quiere es estar en paz, cubrir sus necesidades económicas, encontrar espacio para sus emociones, se involucra con gente que no piensa ni siente igual que él, la vida del hombre normal es una confrontación constante, debe respetar la ley aunque no este de acuerdo con ella, debe admitir un concepto de justicia con el que no coincide, ver que el mundo es una mierda y tratar de sonreír mientras camina. El drogo no, al que cae en ese barranco ya sabe donde esta y porque esta ahí, no se hace preguntas sobre el origen o el destino del mundo, lo único que quiere es droga, una solución momentanea, una satisfacción efimera, como las son todas, pero paradojicamente, adicto y todo esta conciente de ello.
Quiénes son entonces los que viven drogados? Estos pobres fiambres que caminan con los ojos puestos en la próxima dosis, o los que andamos por la vida insatisfechos sin encontrar los motivos de nuestra aflicción.
III: Se puede estar peor?
Yo no estoy de acuerdo con la legalización delas drogas en México, no en este país donde lo que debiera salir bien siempre sale mal, y lo que se supone que saldrá mal sale peor, simplemente me imagino un país lleno de drogadictos y de funcionarios que se enriqueceran más y que tendrán más control sobre la ciudadanía, imagino las campañas políticas ¡Dosis mayores, mejor calidad! Imagino la debacle económica: Ciudadanos llegó el momento de aflojar la liga y apretarse el cinturón, nuestra reserva de drogas está en su peor nivel y ya es hora de tomar medidas más drásticas. O peor, ver la rebelión de adictos en las calles incendiando oficinas públicas ante la suspensión de sus dosis. Y por supuesto el regreso a los viejos tiempos del thinner y el pegarrey.
No estamos preparados para eso, el gobierno en vez de haber gastado tanto dinero en seguridad, debió haber invertido en educación e investigación. Un pueblo sin ciencia esunpaís esclavo.
Hace poco leí sobre el desarrollo de una vacuna contra el alcoholismo, la investigación es díficil, el plan es administrarla en los niños, el experimento obviamente es a largo plazo, no será hasta que estos niños a los que se les ha administrado la vacuna tengan la edad de beber alcohol que se comprueben los resultados, en teoría deben de ser positivos, la vacuna desarrolla una enzima que según los científicos todos los que somos alcoholicos no producimos en la cantidad necesaria, esta enzima evita la adicción al alcohol, por lo tanto la vacuna no es aplicable a los alcoholicos, no evita que a una persona le guste el alcohol, no suprime la embriaguez y por supuesto la cruda, lo que hace realmente es evitar que el alcohol se instale como una necesidad en nuestro organismo. Suena muy bien y espero que obtengan los resultados que esperan, Lo que no espero es que los gobiernos de los países donde el alcohol es legal, apoyen estas investigaciones.
Pongo este ejemplo, porque de ser real la intención del gobierno de legalizar las drogas, no le encuentro ningún respaldo científico al asunto, si este era el plan B, o la medida de emergencia, el gobierno hubiera invertido mucho dinero en investigación científica no ahora, sino hace unos 30 años, buscando encontrar drogas menos dañinas y menos adictivas, buscando tratamientos efectivos que pudieran aplicarse a gran escala, y sobre todo con la intención de bajar el costo de la droga y de reducir el número de adictos de manera gradual. No hay nada de esto. Ni siquiera una verdadera campaña preventiva contra el uso y abuso de drogas, ni siquiera a nivel social, hace tiempo lo dije, que las maquilas les den una hora al día a sus empleados, para que puedan salir más temprano y convivir más tiempo con sus hijos, más parques, mas espacios de convivencia, crear comunidades artisticas y deportivas, o por lo menos espacios de convivencia familiar y me refiero tanto a los fraccionamientos como a las viviendas, que no estan diseñados para el desarrollo de relaciones sociales sanas. Tampoco hay nada de esto. Al gobierno se le facilitó más contribuir con el reinado del terror, que enfrentarlo realmente.
Ahora, legalizar las drogas no significa hacerlas obligatorias, legales o no, el asunto de las drogas en los mayores de edad es una cuestión personal, y en los niños es estrictamente familiar, nada me duele más que escuchar a un padre de familia diciendo que ahora le será imposible evitar que su hijo consuma drogas, o que siendo legales, las drogas se podrán obtener en cualquier esquina, detesto la imbecilidad disfrazada de clamor social, las drogas ya se obtienen en cualquier lado, ya están en todas partes, en las escuelas, en la maquiladora, en los parques, en cualquier pinche esquina de cualquier colonia de este país, incluso no dudo que hasta en algunas iglesias, la droga ya está aquí, la vende o la consume el vecino, la trafica o la guarda el primo del vecino del compadre de un amigo, vive de ella la esposa de una amiga que es cuñada del dueño de tal bar, la droga financia el restaurant del amigo de la vecina de mi concuña, el círculo es más pequeño cada vez, y la droga, su dinero y sus daños cada vez estan mas cerca, nuestra ciudad es un ejemplo de ello, caen los muertos y con ellos nuestras sospechas se levantan como estatuas que cubren de sombras el parque donde juegan nuestras niños.
Se puede estar peor?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario