domingo, julio 17, 2005

¿El origen del mal?


Paso demasiado tiempo en la cama, me dedico a pensar en todo lo que quiero hacer; el seguir postrado ahi me demuestra que la voluntad es algo que o me ha abandonado o realmente no existe; trato de dormir el mayor tiempo posible; trato de poner mi cabeza en blanco o en negro; lo que sea, intento que mi pensamiento no me moleste; imagino la palabra blanco de color blanco cayendo sobre una hoja blanca; de una forma u otra alguno de sus vertices provoca sombra y no puedo desaparecerla; pero este juego; esta practica de la nulidad extrema tiene otras causas; otros motivos: trato de borrar el mundo, me entreno cada mañana en un poder imaginario que me haga capaz de borrar todo lo que existe; todo lo que temo; sigo aqui despierto escuchando el breve mundo que es mi casa; los platos servidos, la regadera, la puerta del refrigerador, la voz de mis hijos y sigo aqui, boca arriba, boca abajo, nada logra sacarme de este sopor autoimpuesto, descubro con poco asombro que estoy deprimido, terriblemente deprimido y que el sueño, la pereza absoluta es la mejor manera de no sentirme asi; no quiero tocar el suelo, no quiero salir de esta cama ¿para qué? este dia no me viene a la cabeza ningun buen sentimiento, ninguna frase amable, no quiero ni hablar, mis murmullos, los breves sonidos que logro sacar de mi boca parecen el ruido que hacen las viejas tuberias. Creo que si logro borrar la palabra blanco sobre el papel blanco podré morir a voluntad...

-yo sólo hice la mezcla...- dijo otro complice en el crimen de la niña Airis
-...sólo hice la mezcla y vi como le destrozaron la cabeza con un martillo...-
-la niña fue abusada en varias ocasiones y con tanta violencia que ano y vagina terminaron siendo un solo orificio- nos cuenta confundido un joven periodista en una cantina
-yo solo hice la mezcla y me pagaron 400 pesos-

no quiero pisar este mundo, para qué? estoy terriblemente deprimido dandome cuenta que soy un cobarde; otro mas que dice yo sólo no hice nada

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