En el Pais que da pena
El otro día pensaba que los que merecen la pena de muerte son los funcionarios corruptos que contribuyeron a esta situación por la que atravieza el país, pues no contentos con recibir dinero del narco todavía se atreven a cobrar su sueldo tranquilamente (tal vez para disimular pinche Solzimer) es decir, que aparte de jodernos, nos cobran. Desgraciadamente para lograr eso habría que modificar unas palabras al segundo parrafo del articulo 22 de nuestra constitución:

En vez de:
Queda también prohibida la pena de muerte por delitos políticos, y en cuanto a los demás, sólo podrá imponerse al traidor a la patria en guerra extranjera, al parricida, al homicida con alevosía, premeditación o ventaja, al incendiario, al plagiario, al salteador de caminos, al pirata y a los reos de delitos graves del orden militar.

Debería decir
Queda también prohibida la pena de muerte por delitos políticos, y en cuanto a los demás, sólo podrá imponerse al traidor a la patria en guerra de narcos, al parricida, al homicida con alevosía, premeditación o ventaja, al incendiario, al plagiario, al salteador de caminos, al pirata y a los reos de delitos graves del orden militar.

Porque eso de andar por la vida diciendo que vamos ganando la guerra y voltearse a ver la billetera en vez de la hilera de muertos, pues como que si suena a traición, o no?

Nuevas campañas políticas
Ahora que vienen elecciones en el 2009 y que todos estan aprovechando el rencor popular para ganar votos prometiendo cosas imposibles como la pena de muerte, yo propongo unas campañas electorales para cada partido que pueden ganar no sólo mi voto sino el de muchos:

Partido Verde Ecologista:
Cárcel a Jorge Emilio González Martínez!

Partido Acción Nacional:
Cárcel a Martha Sahagún e hijos!

Partido Revolucionario Institucional:
Cárcel a Elba Esther Gordillo!

Incluso pueden intercambiarse al encarcelado, me cae que aunque no sea cierto, ver esas frases en los espectaculares me haría sonreir, cosa que por cierto bastante falta me ha hecho este año.
Sonreir, mas no votar, hasta creen.